lunes, 29 de diciembre de 2014


Ajedrez para todas las edades en
La Sal de la Vida

 

El Club Ajedrez 64 de Villalba, responsable de la actividad, nos presentará este sábado, 3 de enero, de 11.30 h a 13.30 h. todas las posibilidades y oferta que nos plantean.  Habrá ludoteca de ajedrez, también gratuita, para los más pequeños
 
¡¡Utiliza el mejor procesador que existe: tu mente!!

lunes, 22 de diciembre de 2014

Medio millón de minutos




Querid@s tod@s,

Poco más de medio millón de minutos. Eso es lo que dura un año. Nos lo acaba de recordar un querido amigo. Todo es relativo en esta vida, un solo minuto se puede hacer eterno, o pasar como un suspiro, pero todos los minutos cuentan, son los que conforman nuestra  realidad, y  nos hacen ser como somos.  El secreto está en procesar, aceptar y superar lo mejor posible: el arte de saber vivir bien.  En ello estamos.

Este año he conocido a mucha gente, desde gente valiente  como  un adolescente que se viste y se comporta como se lo pide el cuerpo, con la cabeza alta y sin dejarse amilanar por los comentarios corrosivos hasta esa otra gente que vive su vida en actitud de amargura y crítica permanente, a todos ellos tengo algo que agradecer, han contribuido a que cada minuto de 2014 haya sido un torbellino de energía en movimiento. Y el movimiento es fuerza. Y la fuerza  nos da empuje, nos ayuda a pilotar esta nave colectiva en la que todos estamos embarcados, nuestro mundo.

Por mi parte, ya sabéis, durante todos y cada uno del medio millón, he querido ser Como un mosquito, tengo mis Lazos invisibles y estoy muy bien rodeada de gente joven que viene Pisando fuerte. ¿Qué más  se puede pedir?

Así que, desde el fondo de mi corazón, a toda la querida Comunidad de La Sal, que cada vez es más amplia, diversa y variopinta, os deseo

Felices fiestas

y

Feliz medio millón de minutos de 2015
 
Que todos y cada uno de los minutos de ese medio millón que nos trae 2015 sean una auténtica experiencia, un viaje intenso y fructífero que nos haga reflexionar, aprender y sobre todo saber disfrutar de la vida, que, ya lo he dicho muchas veces, es una aventura que merece la pena.

Nos vemos, cuando queráis, en La Sal de la Vida

Un beso muy fuerte
Pepa

jueves, 27 de noviembre de 2014





Como un mosquito

Hace unos años, cuando viví y trabajé en el Reino Unido, en el despacho de mi jefe alemán había un cartelito pinchado en el corcho de los mensajes, que expresa toda una filosofía de vida que, desde entonces, hice mía: Si crees que eres demasiado pequeño para ser efectivo…. es que nunca has dormido con un mosquito. Yo quiero ser así, alguien que, aún siendo pequeña,  en este convulso mundo, trabaja duro y lucha con uñas y dientes, día a día, quiero encontrar ese efecto multiplicador, porque los problemas son grandes y cuando la vida  se pone farruca,  hay que plantarle cara con fuerza.

En estos tiempos de cólera, en los que el amor no parece existir por ninguna parte (que me perdone el insigne Gabo, desde su tumba por esta torpe referencia), es cuando más hay que intentar sacar lo bueno, espantar lo malo y afrontar la vida con iniciativa, alegría y capacidad de trabajo. Por mucho que digan, tomando el fresco o a cubierto,  la lucha por lo que uno cree debería estar siempre impregnada de amor, y más si son tiempos de cólera, como los que corren. Las dificultades se superan con firmeza y trabajo, no con odio y amargura.  

En fin, que entre cita y cita, espero que me perdonéis,  he sentido necesidad de esta especie de reivindicación de mi misma, de compartir con toda la querida Comunidad de La Sal mi firme convencimiento de que la vida hay que vivirla con amor, defendiendo a capa y espada las ideas propias y denunciando los  desaguisados  ajenos,  pero sin olvidar que el mundo está formado por personas y que, para no dejar de serlo, deberemos establecer lazos, como aquellos  lazos invisibles de que os hablé. En mi opinión, es un gran error confundir firmeza  con amargura o agresividad.  Así lo creo y así  lo hago: me siento una mujer en plena madurez, con la fuerza y el empuje necesarios para afrontar los retos que la vida me está poniendo por delante, lista para comerme el mundo,  aunque sea a trocitos pequeños y, si se atraganta, a beber más agua y listo.  

Desde estas líneas, me dirijo  a la querida comunidad de la sal, a quienes toman el fresco, a quienes dicen una cosa y hacen otra, a quienes prefieren hablar en ausencia,  para confirmaros eso,  que  quiero ser como un mosquito, pequeña,  pero efectiva.  Como en la foto de arriba, lo que parecía imposible por la enorme distancia entre las personas, con trabajo y amor, poco a poco, se volvía factible y se llegaba a acuerdos. Lo asumí a los treinta y así sigo  más de veinte años después, con más kilos, más canas y más experiencia, pero con la misma fuerza y entusiasmo, os lo aseguro. A los que me conocéis y me apoyáis, muchísimas gracias, y a los que no me conocéis, si queréis, ya sabéis dónde encontrarme, os recibiré con los brazos abiertos.

Un beso muy fuerte,
Pepa

lunes, 30 de junio de 2014

Pisando fuerte






Pisando fuerte


 Querid@s tod@s,

Ahora nos toca a nosotros decidir qué clase de personas queremos ser, dijo hace unos días en la ceremonia de su graduación. Y ella ya ha decidido. Está claro. Quiere ser una de esas personas  que avanzan, que contribuyen a que el mundo merezca la pena, que llenan  su tiempo de mucha  acción, pero también de reflexión, que se apuntan a un bombardeo, pero distinguen lo importante. De esas que tienen un expediente académico de excelencia, así, tan normal, como si tal cosa.…  Ella tiene esa calidad humana que hace a las personas grandes.

Ya se sabe que la grandeza de una persona no está en el saldo de  su cuenta corriente, ni para un estudiante, en  el boletín de notas, la verdadera calidad humana está en  saber asumir los logros y los fracasos, en la capacidad de trabajo y de superación. Y ella tiene mucho de eso. Ya lo creo que lo tiene. Acaba de incorporarse al mundo de los adultos, bienvenida. Yo me sé de muchos que ya quisieran llegarle a la altura del zapato.

Y  luego están también los acompañantes en la foto de arriba, hay quien derrocha encanto y magnetismo por donde quiera que va, y quien afronta las dificultades sin dejarse hundir  por el desaliento, que lo intenta, no lo consigue, y lo vuelve a intentar, en una lucha  incansable.

En fin, que una buena parte de la juventud que viene, y los tres de la foto son un claro ejemplo, lo hace pisando fuerte, y nos va a ayudar a quienes ya no somos tan jóvenes. Ojalá todos  nosotros, incluida la querida comunidad de La Sal, podamos contagiarnos de su empuje, su vitalidad y sus ganas de avanzar.

Un beso muy fuerte,
Pepa  
 

jueves, 22 de mayo de 2014

Los lazos invisibles



Los lazos invisibles

 

Querid@s tod@s,

No son  los lazos de sangre. Los genes hacen que se tenga parecido físico y a veces, también en el carácter. Sólo eso.  Esos lazos genéticos, de sangre, existen, claro, pero no unen. Hay muchas familias que se tratan, se encuentran en las fiestas, los cumpleaños, comidas familiares, funerales… y no están unidas.

Pero también existen unos  lazos invisibles, muy sutiles, pero que unen fuerte, fuerte.  No se ven, si no son necesarios, pueden pasar años completamente inadvertidos.  Aunque no  se notan, están ahí,  ya lo creo que están.  Cuando hacen falta, sacan su fortaleza y crean una especie de red, en la que uno se apoya  y no se cae.  Aparecen sin llamarlos, como si nada. No sé si vosotros lo habéis vivido, yo sí, yo tengo esos lazos que me apoyan y me sujetan, no me caigo. Yo ya sabía que esos lazos existían, pero ahora, que los necesito, compruebo que son muy  fuertes, mucho más de lo que imaginaba.

Mirad  con atención la foto de arriba, esas niñas tan puestecitas posando  para el fotógrafo (entonces eso era todo un evento), era  una época gris, pero en esas niñas había luz, una luz intensa que creó esos lazos invisibles. Han pasado casi cincuenta  años, la luz peina bastantes canas y tiene algunos achaques, se  ha hecho más plateada  y los lazos se han hecho tan fuertes como las raíces de un árbol centenario y tan flexibles como una hierba de primavera…  Hubo quien los tejió, claro…, de tal palo, tal astilla.

La existencia de esos lazos invisibles es lo más valioso que una persona puede tener, hacen que la vida, sea cual sea la situación, merezca  la pena. Unas veces toca apoyarse en ellos y otras, tejer y apoyar por nuestra parte.

Todos pasamos por épocas mejores  y peores. Muchas veces, erróneamente, consideramos que las dificultades  económicas hacen las épocas malas, pero si una descubre la existencia de ese tejido de lazos invisibles tan fuertes,  sólo es una época de tránsito, de inventiva  constante, una aventura vibrante que potencia la iniciativa y la imaginación y es de de todo menos aburrida.

Os deseo sinceramente que podáis disfrutar de un tejido fuerte de lazos invisibles. Comprobaréis cómo la especie humana tiene mucho de bueno, aunque a veces, cueste trabajo creerlo.

A toda la comunidad de La Sal, y de forma muy especial a esas tres niñas del frente de la foto, desde el fondo de mi corazón, un beso muy fuerte,

Pepa
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martes, 11 de marzo de 2014

Porque hay gente que aún no nos conoce: La Sal de la Vida, una iniciativa emprendedora, enteramente privada, cuya única fuente de ingresos es la que nos aportan las actividades remuneradas y las aportaciones voluntarias a los eventos gratuitos

 
 
 
 
Muchos de vosotros me conocéis personalmente, sabéis de mi vida y de las vicisitudes afrontadas para idear, ubicar y sacar adelante La Sal de la Vida en estos dos años que el centro lleva abierto. Ha sido un tiempo arduo, de trabajo intenso que, en los últimos tiempos parece empezar a dar pequeños frutos que, estoy convencida, se van a convertir en toda una fértil cosecha.
 
Una de las señales de que La Sal de la Vida crece y llega a un abanico de público cada vez más amplio, es que la gente no conoce la iniciativa, no sabe cómo surgió ni con qué financiación cuenta. Esta mañana se me ha planteado la cuestión, y he pensado que debía aclararlo a toda la lista de correo, por si alguien más cree que se trata de un centro oficial, con financiación pública, o de algún otro tipo de entidad externa. La respuesta es sencilla, La Sal de la Vida es una iniciativa individual, de una persona emprendedora (yo misma), que un día de hace dos años, se decidió afrontar su situación, dar un giro a su vida profesional, aprovechar unos pequeños fondos de herencia familiar (espero que te haya gustado, tía Julia) y embarcarse en esta aventura. No tenemos ninguna ayuda financiera de ningún tipo, nuestros únicos ingresos son los que nos aportan las actividades remuneradas y las aportaciones voluntarias a los eventos gratuitos. Lo que nos sobra, eso sí, es imaginación, ganas de salir adelante y de que La Sal de la Vida llegue a ser la base de actuaciones de una amplia comunidad de profesionales que comparten, no sólo espacio físico, sino espíritu emprendedor, ideas, conocimientos y energía vital. En estos tiempos revueltos que vivimos, hay mucha gente a la que la vida le obliga a reinventarse completamente, y esto, puede ser una interesante aventura, o un auténtico infierno lleno de dudas e inseguridad. La Sal de la Vida, Centro de Trabajo Compartido, donde todas las iniciativas se deben a profesionales autónomos, pymes o micropymes, pretende ser ese lugar donde apoyarse unos a otros y salir adelante.
 
En los últimos tiempos, como sabéis, hemos puesto en marcha una serie de actividades gratuitas, en las que se solicita una aportación voluntaria de apoyo a su realización. En todas ellas, tanto los ponentes o el profesorado son profesionales que apuestan por esta fórmula, junto con La Sal de la Vida, para difundir sus conocimientos, dar a conocer su actividad profesional, compartir sus experiencias..., en definitiva, crear red, esa red social que tanto necesitamos. Está dando buenos resultados, ¿recordáis esa caja azul de zapatos de fiesta, de un mensaje anterior? Y todo esto, porque en el mundo existe mucha gente generosa, ya os lo he dicho en otras ocasiones, gente valiosa que aún es capaz de abrir las manos y ofrecer. A La Sal de la Vida viene mucha gente así, cada vez más. Estamos convencidos de que en estos momentos la competencia feroz, el ocultar a los demás las ideas para evitar que te las copien, no nos va a ayudar a salir de este atolladero, sino todo lo contrario y en La Sal de la Vida, lo estamos comprobando cada día.
 
Así que, ya sabéis, aquí, en La Sal, desde todos los gastos de funcionamiento, hasta las galletas y el café, todo sale del propio movimiento económico que genera el centro, sin ayuda financiera externa alguna. Cuesta mucho, mucho esfuerzo, mucho empeño y muchísimas horas, pero ver la gente valiosa que hay por el mundo, y como se acerca a nosotros, y que el centro sale adelante, es muy gratificante, merece la pena, ya lo creo que la merece...
 
Por eso, os invito a que vengáis a conocernos, si no lo habéis hecho ya, y si tenéis algo que proponer..., ya sabéis, aquí estamos, dispuestos a escuchar y con los brazos abiertos.
 
Os espero, hasta entonces,
 
Un beso muy fuerte
Pepa

viernes, 28 de febrero de 2014

Porque en las noches de invierno..., también se puede soñar






Os lo conté ya en una ocasión, ahora, aquí en el blog, lo vamos a recordar:

Los vemos en el tren al ir a trabajar, en el cole recogiendo a los niños, en las reuniones del AMPA, comprando el pan, tomando algo por el pueblo. Parecen gente corriente...., pero no lo son.

Entre nuestros vecinos tenemos auténticos exploradores del Siglo XXI, gente que vive y trabaja en proyectos que son verdaderos retos del saber, pura aventura contemporánea.

Y nosotros sin saberlo. Pues eso se ha acabado. A partir de ahora vamos a poder conocer esta faceta especial que la mayoría de las veces, ni sospechábamos. En La Sal de la Vida.

Esta temporada de otoño/invierno estamos conociendo los confines del planeta, tierras lejanas, expediciones científicas, animales exóticos, países supervivientes..., y todo de la  mano de personas que vienen a compartir con nosotros sus vivencias, experiencias, conocimientos y sentimientos. También su trabajo y sus experimentos. Hacemos verdaderos viajes a remotos lugares desde la penumbra de nuestra sala, de la mano de gente, no tan corriente, que los conoce, los ha vivido y quiere compartirlo. Muchas preguntas encuentran respuesta: ¿Sabes cómo es la Antártida? ¿Quiénes van allí? ¿Qué hacen? ¿Dónde viven las ballenas francas australes? ¿Cómo son? ¿Cómo tienen sus crías? ¿Dónde está Sri Lanka? ¿Cómo vive la gente allí? ¿Cómo se recupera un país después de una guerra?¿Cómo se produce la creatividad? ¿Cómo funciona nuestro cerebro? ¿Cómo se vivía en la Sierra de Guadarrama en otro tiempo? ¿Qué secretos esconde?

Este ciclo empezó el pasado  noviembre. Le hemos llamado, como no podía ser de otra manera, Gente nada corriente. Ha despertado gran interés. Nuestra sala se llena de gente que, en ocasiones, ha agotado hasta los taburetes de reserva.

En Collado y en toda nuestra comarca, tenemos una vecindad llena de gente nada corriente que, además, es generosa y comparte con nosotros su trabajo, sus experiencias, opiniones y sentimientos de manera desinteresada. Por eso, en La Sal de la Vida, podemos tener todos los meses una de estas sesiones en las que aprendemos, compartimos y disfrutamos de experiencias de todo tipo.

Aunque todavía no lo parece, la primavera se acerca, pero, mientras llega, muchos fines de semana en La Sal de la Vida, tienen una nota de color en la oscuridad invernal,
Porque, aunque ningún clásico lo haya incluido en su obra inmortal, ya se sabe que  En las noches de invierno, también se puede soñar.... 

Nos vemos pronto, en La Sal de la Vida,

Un beso muy fuerte,
Pepa